Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reprendían a los que los presentaban.
Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.
De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.
Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecía.
Marcos 10:13-16
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Proverbios 22:6
Visión del Ministerio de Niños
En este pasaje los discípulos no estaban entendiendo la importancia de los niños para el Señor y los estaban menospreciando, como era propio en la cultura de ese tiempo, con lo cual Jesús se indigna (es la única vez en la Biblia que esa palabra es utilizada referente a Jesús) y los exhorta. Y en esa exhortación hace una declaración asombrosa, que nos enseña no sólo la importancia que tienen los niños para el Señor, sino que además debemos hacernos como ellos para poder entrar en Su reino.
Podríamos hablar mucho sobre este tema, pero me quiero quedar con el hecho de que había gente que si entendía la importancia de que los niños fueran bendecidos por Jesús, y los traían delante de Él: "Le presentaban niños".
Entendemos, pues, que ese es nuestro rol como Ministerio de Niños: "Presentar los niños delante de Jesús". Nosotros no podemos transformar a los niños, no podemos darles convicción de pecado, no podemos cambiar sus corazones ni bendecirlos con la vida eterna. ¡Ni siquiera podemos revelar la palabra de Dios para sus vidas! Pero si hay algo que podemos hacer. Podemos traerlos delante del Señor, y de esa manera que sea Él quien hace la obra.
También entendemos que los niños, necesitan ser llevados delante de Jesús. Necesitan nuestra ayuda para encontrarse con Él. Necesitan nuestra guía, nuestra enseñanza y nuestro ejemplo. Y sabemos que esta es una obra de gran estima para nuestro Dios. Jesús dijo que cuando recibimos a un niño en Su nombre, lo estamos recibiendo a Él mismo.
Por esa razón es que en todas nuestras actividades como iglesia, el Ministerio de Niños se hace presente, no sólo para "cuidar" a los niños, sino que para llevarlos delante de la presencia de Dios para ser ministrados y bendecidos por Él a través de Su Espíritu Santo, con actividades especialmente diseñadas para ellos, para darles a conocer el amor de Dios y las enseñanzas de Su palabra, de una manera didáctica, entretenida y acorde a sus edades, siguiendo una profunda metodología didáctica inspirada en las enseñanzas de Jesús.
Creemos que si hoy los instruimos en su camino, ni aún de viejos se apartarán de el.